El Macro
Siente el sonido de los tambores mientras corres hacia las puertas de tus enemigos. Descojónate de sus caras aterradas y sus mediocres defensas. Se oyen los cuernos sonar - un esfuerzo desperdiciado. Te habrás ido con los recursos antes de que sus amigos monten en sus caballos. Pero los atracos no son suficientes. Tu ejército crecerá, y no podrás parar. Eres libre. Libre de conquistar cualquier rincón de este mundo hasta que todos se arrodillen ante tu presencia.